lunes, 29 de febrero de 2016

LOPE DE VEGA

El primero que escribe El Alcalde de Zalamea es Lope de Vega, estando su obra datada en 1610 y descubierta en el siglo XIX. Tanto en Lope como en Calderón, El alcalde de Zalamea, además de drama de honor, responde a la categoría de drama histórico –“historia verdadera” lo llama Calderón al final de su versión-. Como es sabido, Lope escenificó en primer lugar el asunto histórico de grandes posibilidades dramáticas, que luego retomó Calderón, apropiándose del tema, de la estructura argumental, de los principales personajes y hasta de algunos versos. 
“Lo que Calderón debe a Lope en El alcalde de Zalamea  no es cualquier cosa accidental o secundaria, sino la idea poética fundamental, el conflicto dramático, el plan, los principales personajes, las situaciones culminantes, y, además, algunos versos enteros y una porción de frases literalmente copiadas” (Menéndez Pelayo,1949). 

También hay que remarcar que esta obra de Lope fue una de las más desdibujadas de toda su carrera, mientras que Calderón la supo adaptar a su estilo y forma y elevarla a la perfección que solo él sabía. Así es como consigue Calderón hacer caer en el olvido esa obra de Lope.
A día de hoy se sabe que ambas obras están basadas en hechos reales, transcurren en Zalamea de la Serena (Badajoz) y que el personaje de Pedro Crespo sí existió.


En cuanto a Lope de Vega:
Lope es un renovador en el género dramático. Compuso, a petición de la Academia de Madrid, el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609). En él expone sus teorías dramáticas:
De las tres unidades -acción, tiempo y lugar-,  sólo aconseja respetar la unidad de acción para mantener la verosimilitud, y rechaza las otras dos, sobre todo en las obras históricas, aconseja la mezcla de lo trágico y lo cómico: de ahí la enorme importancia de la figura del gracioso en su teatro, le da mucha importancia a los sentimientos. Pretende usar un lenguaje apropiado para cada situación y personaje (con ritmo y musicalidad en el verso) y que sea comprensible para el espectador.

Las obras teatrales de Lope de Vega giran en torno a dos temas, el amor y el honor, y su público es de lo más variado, desde el pueblo hasta las personas cultas. De su extensa obra, más de «mil quinientas» según el propio autor, se conservan unas trescientas de atribución segura.
El grupo más numeroso es el de comedias de capa y espada, que van relacionadas a una historia de amor; de tema bíblico e historias de santos, de sucesos históricos españoles...

Sus obras más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los nobles, situaciones frecuentes en el caos político de la España del siglo XV; entre ellas se encuentran La Estrella de Sevilla, Fuente Ovejuna, El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo. De tema amoroso son La doncella Teodor, El perro del hortelano, El castigo del discreto, La hermosa fea y La moza de cántaro.
También destacamos: 
El villano en su rincón, El duque de Viseo, Lo fingido verdadero, Amar sin saber a quién, y La dama boba.

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